Por Augusto C. Sandino
Manifiesto a los miembros de nuestro Ejército Defensor de la Soberanía Nacional
de Nicaragua.
Impulsión divina es la que anima y protege a nuestro Ejército, desde su
principio y así lo será hasta su fin.
Ese mismo impulso pide en Justicia de que todos nuestros hermanos miembros de
este Ejército principien a conocer en su propia Luz y Verdad, de las leyes que
rigen el Universo.
Pues bien hermanos:
Todos
vosotros presentís una fuerza superior a si mismos y a todas las otras fuerzas
del Universo. Esa fuerza invisible tiene muchos nombres, pero nosotros lo hemos
conocido con el nombre de Dios.
Seguramente de que entre vosotros hay muchos quienes han querido encontrar la
oportunidad de quien les explique esas cosas tan hermosas.
Pues bien hermanos:
Lo
que existió en el Universo, antes de las cosas que se pueden ver o tocar, fue
el éter como sustancia única y primera de la Naturaleza (materia). Pero antes
del éter, que todo lo que llena en el Universo, existió una gran voluntad; es
decir, un gran deseo de Ser lo que no era, y que nosotros lo hemos conocido con
el nombre de Amor.
Por
lo explicado se deja ver que el principio de todas las cosas es el Amor: o sea
Dios. También se le puede llamar Padre Creador del Universo. La única hija del
Amor, es la Justicia Divina.
La injusticia no tiene ninguna razón de existir en el Universo, y su nacimiento
fue de la envidia y antagonismo de los hombres, antes de haber comprendido su
espíritu.
Pero la incomprensión de los hombres solamente es un tránsito de la vida
universal: y cuando la mayoría de la humanidad conozcan de que viven por el
Espíritu, se acabara para siempre la injusticia y solamente podrá reinar la
Justicia Divina: única hija del Amor.
Pues bien hermanos:
Muchas
veces habréis oído hablar de un Juicio Final del mundo.
Por
Juicio Final del mundo se debe comprender la destrucción de la injusticia sobre
la tierra y reinar el Espíritu de Luz y Verdad, o sea el Amor.
También
habréis oído decir de que en este siglo veinte, o sea en el Siglo de las Luces,
es la época de que estaba profetizado el Juicio Final del Mundo.
Pues
bien hermanos:
El
siglo en cuestión se compone de cien años y ya vamos corriendo sobre los
primeros treinta y uno; lo que quiere decir que esa hecatombe anunciada deberá
de quedar definida en estos últimos 69 años que faltan.
No es cierto que San Vicente tenga que venir a tocar trompeta, ni es cierto de
que la tierra vaya a estallar y que después se hundiría; No.
Lo que ocurrirá es lo siguiente:
Que los pueblos oprimidos romperán las cadenas de la humillación, con que nos
han querido tener postergados los imperialistas de la tierra.
Las trompetas que se oirán van a ser los clarines de guerra, entonando los
himnos de la libertad de los pueblos oprimidos contra la injusticia de los
opresores.
La única que quedara hundida para siempre es la injusticia; y quedara el reino
de la Perfección, el Amor; con su hija predilecta la Justicia Divina.
Cábenos la honra hermanos: de que hemos sido en Nicaragua los escogidos por la
Justicia Divina, a principiar el juicio de la injusticia sobre la tierra. No
temáis mis queridos hermanos; y estad seguros, muy seguros y bien seguros de
que muy luego tendremos nuestro triunfo definitivo en Nicaragua, con lo que
quedara prendida la mecha de la "Explosión Proletaria" contra los
imperialistas de la tierra. Sinceramente vuestro hermano.
Cuartel General del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua.
El Chipotón, Las Segovias, Nic. C. A.
Febrero de 1931, 15 Feb.
Patria y Libertad
A. C. SANDINO
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